Creo fervientemente que la profesión y la pasión deben coexistir, fusionándose de manera inseparable, al igual que los talentos, ya que en esa amalgama radica la verdadera fuente de riqueza de cada individuo. A pesar de los pronósticos iniciales y las expectativas convencionales de mis padres, me gradué como actriz hace más de 25 años, adentrándome en una de las profesiones más hermosas del mundo, complementada con la docencia y la producción.
Sin embargo, la vida me tenía reservado un propósito aún más significativo: ayudar a mujeres de todo el mundo a transformar su relación con el dinero, liberándolas del miedo y la preocupación para alcanzar sus sueños, logrando independencia emocional y financiera.
La integración armoniosa de mis tres pasiones profesionales dio lugar a una cuarta: la de ser mentora de finanzas creativas conscientes. Esta no es simplemente una pasión, sino una misión de vida, pues me encuentro al servicio de algo más grande que mis propios anhelos: contribuir a la construcción de un mundo más consciente, saludable, próspero, honesto y alegre para las generaciones venideras.
Hace años comprendí que el dinero, vivido como energía de intercambio, potencia la dirección de esa fuerza y acción. Depende de cada uno incrementar la energía del placer, la alegría, la gratitud y el gozo para enriquecerse, o utilizar esa misma fuerza para autodestruirse y generar caos, empobreciéndose incluso en términos de salud.
Como mentora, aporto mi granito de arena al mundo, permitiendo que la semilla de la prosperidad, la riqueza, la paz, la gratitud y el amor germine en cada corazón que resuene con este mensaje.
Si estás leyendo esto y has llegado hasta aquí, es por alguna razón. Estoy aquí para ser parte de tu viaje hacia una vida más plena y próspera.